Desde que J. K. Rowling anunció la llegada de una nueva historia en la saga de Harry, debo admitir que me puse como loca a la espera de lo que podría ser una precuela (debido a su nombre) hasta que la misma Rowling se encargó de desmentir esto. Seria una continuación de la historia del mago más famoso del mundo.
La octava historia estaba en puerta, luego de nueve años de espera. Fue cerca de un año después de su anuncio, que el día llegó. El 31 de Julio de 2016 salió a la venta el octavo libro de la saga de Harry Potter.
Miles de fanáticos nos hicimos a la idea de lo que podría ser la mejor historia, diecinueve años después de la batalla final entre Harry y Lord Voldemort. Pero, ¿qué tan ciertas eran estas especulaciones?
Supimos desde un principio que ésta vez, el libro no sería una obra cien por ciento creada por J. K. Rowling, ya que contaba con la participación de Jack Thorne y John Tiffany. Además, tampoco sería una novela a como nos tenia acostumbrados Rowling, sería una obra de teatro.
Esto último dejó un tanto desconcertados a los fanáticos, y yo me incluyo entre ellos… ¿una obra de teatro? ¿por qué? ¿por qué no una historia completamente narrada de manera omnisciente como los demás libros? Se que algunos alabaron el cambio, y otros no tanto. Yo honestamente me encontraba en el medio haciéndome a la idea de algo que tal vez me decepcionaría al final, pero quería ver que podía ofrecer una de mis escritoras favoritas con estos interesantes cambios.
Cuando la fecha de lanzamiento estaba a escasos días, fue cuando estalló la bomba. Sería una obra de teatro, y nada más. Las esperanzas de una película en el futuro se evaporaron demasiado rápido y algunos no estábamos completamente preparados para escuchar eso.
Los fanáticos de Londres serían los favorecidos, la obra se estrenaría en el teatro Palace, agotando entradas en días. Para aquellos que no nos encontrábamos en la capital británica, fue un balde de agua fría, ya que después de la primera función, se inició el movimiento #KeepTheSecret. Esto es, básicamente, No digas ni una sola palabra de lo que viste en el escenario. En otros términos, no vídeos, no fotos, no NADA.
Para los que no tuvimos la oportunidad de viajar hasta Londres, fue como si nos hubiesen roto el corazón. Pero no todo estaba perdido, al menos podríamos tener el guión en nuestras manos y dejar volar nuestra imaginación.
Algunas fotografías del elenco aumentaban nuestra ansiedad, y fue entonces donde el primer debate se dio.
¿Una Hermione, negra?
Al principio, nadie entendió como era posible esto, pero, como siempre, Rowling saltó a explicar la situación. Ella nunca especificó el color de piel de Hermione en los anteriores libros, por lo cual, una Hermione de piel oscura, podría encajar perfectamente. Algunos fanáticos no estuvieron tan contentos con esto, no calzaba con la imagen de la Hermione que veníamos viendo los últimos diez años (Encarnada por Emma Watson). El debate abrió muchos argumentos como el de la integración, el racismo y la igualdad. Muchas personas apoyaban el cambio de tono en la piel de Hermione, pero algunos se oponían rotundamente.

«Esto me ha quitado muchas ganas de leer el libro, no pueden cambiar a Hermione, es como si de repente los Weasley fuesen rubios, no encaja» -dijo un fanático vía Twitter.
Las aguas se calmaron cuando la esperada fecha, finalmente llegó.
El 31 de Julio de 2016 a media noche, comenzaron las ventas a nivel mundial del tan aclamado (y ésta vez, de verdad) final de la historia de Harry Potter.
Y ahora si, después de esta extensa introducción, comienza la reseña.
En 320 páginas, nos cuentan la vida de Albus Severus Potter, el segundo hijo de Harry y Ginny. La historia da inicio en donde J.K. Rowling nos dejó hace nueve años en el epílogo de Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte, la estación de trenes de Londres, King’s Cross.
Ser Harry Potter nunca ha sido tarea fácil, menos aún desde que se ha convertido en un atareadisimo empleado del Ministerio de Magia, un hombre casado y padre de tres hijos. Y si Harry planta cara a un pasado que se resiste a quedar atrás, su hijo menor, Albus Severus, ha de luchar contra el peso de una herencia familiar de la que el nunca ha querido saber nada. Cuando el destino conecte el pasado con el presente, padre e hijo deberán afrontar una verdad muy incómoda: a veces, la oscuridad surge de los lugares menos pensados.
Albus y su prima, Rose, la hija mayor de Ron y Hermione, inician su primer año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. La relación de Albus con su hermano mayor, James, es buena pero este ama hacerle bromas y no deja de decirle que terminará en Slytherin, provocando el pánico en Albus. Pensar que toda su familia ha estado en la casa de Gryffindor por generaciones, y él no, lo aterra. No… Lo ESPANTA. Cuando llega el momento de la ceremonia de selección, el sombrero lo coloca en la casa a la que tanto miedo le tuvo, Slytherin.
Se que tal vez, el haber crecido en un hogar 99% Gryffindor, ha de ser un incentivo bastante grande para querer estar en la misma casa, y mucho más cuando al mismo tiempo se crece escuchando negativas hacia las otras casas, en especifico Slytherin. Yo en lo personal, soy Slytherin, así que defenderé la casa de las serpientes a capa y espada siempre. ¡Albus, no somos malos!
Continuando con la historia, es entonces donde en el tren, Albus conoce a Scorpius Malfoy, el único hijo de Draco Malfoy. Ambos son sorteados a Slytherin generando que su amistad crezca de manera intensa, convirtiéndose en mejores amigos. Rose (que fue sorteada en Gryffindor), presenta cierto recelo por su primo, lo que hace que no se lleven muy bien.
Ok, Rose, no es necesario el odio sin sentido, pero como dije anteriormente, es muy normal viniendo de una familia que te da el ejemplo.
Toda la historia gira en torno a Albus y Scorpius en medio de problemas garrafales que por poco y les cuesta la vida. El regreso de Amos Diggory, y su sobrina Delphi solo empeora las cosas para los jóvenes magos. Cualquier parecido con la vida de sus padres en el colegio es mera coincidencia, y hablando de ellos, la historia muestra una faceta de Harry como padre que realmente es extraña, su relación con Albus es delicada y un poco tensa a diferencia de sus otros dos hijos.
Vemos también como Albus y Scorpius crecen en los cuatro actos. Las malas decisiones que toman y como ponen en riesgo la vida de todo el mundo mágico. El misterio de la bruja que se hace llamar El Augurio y la potente amenaza de un posible regreso de Lord Voldemort. Esta es definitivamente una de las partes más extrañas de todas porque bueno, todos vimos como Voldemort murió en el ultimo libro, ¿no?
Si bien se ha criticado la historia por los vacíos que hay en ciertas escenas, y las contradicciones que esta presenta, existen otras que tienen la firma de Rowling en todas partes. Por ejemplo, el hecho de la amistad entre Albus y Scorpius, se puede asemejar a la relación que tenían Harry y Ron en sus años como estudiantes. Su afán por meterse en problemas y la manera en la que, a pesar de todo, su amistad es lo único que importa. (#Sporbus por siempre ❤️).
Por las contradicciones del Gira Tiempo, de la cicatriz de Harry, de la verdadera identidad de Delphi, y muchas más cosas, fanáticos aseguran que el libro no es más que un fanfiction, debido a que, por estos vacíos de la historia, la única explicación es que sea una historia que no se asemeje a las siete primeras.
Hay un debate entre los mismos fanáticos, los que defienden la obra como una verdadera secuela, y los que la catalogan como un fanfiction de la verdadera saga. Queda a criterio de cada persona, pero de lo que si estoy segura, es que Harry Potter y el Legado Maldito, es una historia que dan ganas de leer, independientemente de si es secuela o no. Si se ama el mundo mágico de J. K. Rowling, es en definitiva, un libro que se va a disfrutar de principio a fin.
9/10