El romance es uno de esos géneros en los que siempre he pensado que hay que tener un poco más de cuidado que con el resto. Al igual que la ciencia ficción o la fantasía, el romance es algo que no podemos descuidar, ya que podría tornarse o demasiado explícito, o muy poco detallado, tanto que no ata al lector a vivir esas historias fascinantes, llenas de pasión, dolor y por sobre todo, amor.
Pienso que Ana Coello es el tipo de escritora que posee un estilo que marca cada página de sus trabajos, tiene una firma indiscutible, y es esa firma la que permite emocionar al lector cada vez que se comienza a leer uno de sus libros.
La primera vez que leí algo de esta escritora mexicana, fue su novela publicada por Nova Casa Editorial, Muy Profundo. Es sin duda alguna una de mis novelas románticas favoritas hasta el momento y una que me dejó queriendo más en cada página, (próximamente su reseña 😜).
Cuando supe del lanzamiento de Tú, Nada Más, por la misma editorial, pensé que sería algo similar, que sería una historia de adolescentes enamorados que luchan contra las adversidades y logran permanecer juntos… no estaba tan equivocada pero, por supuesto, me llevé una muy grata sorpresa al comenzar la historia.

Anel Baker es una chica que me hizo reflexionar sobre lo que solíamos ser en la adolescencia. Es una chica linda, pero muy asustada, y es que ese miedo constante en el que vive sumergida tiene nombres y apellidos. Muchas veces, los adolescentes viven con constante miedo, culpa, o traumas que los hacen orillarse a los malos hábitos como lo son la anorexia, la bulimia o el lastimarse físicamente a sí mismos.
Anel tiene dieciocho años, hace todo lo que le dicen al pie de la letra e intenta agradar siempre, pero por supuesto es un ser humano con límites, y cuando su límite llega al tope, es cuando explota finalmente.
A esto se le suma Marcel Lazcano, un joven de veintitrés años, con todo lo que podría desear a sus pies; es guapo, tiene dinero y está a seis meses de graduarse de la universidad, lo que significa que está a seis meses de tomar el control del emporio de su familia, pero Marcel no quiere nada de eso.
Marcel y Anel son dos almas torturadas que encontrarán la luz gracias al otro, pero no será tan sencillo, ya que el miedo, la incertidumbre y el no saber que esperar los ataca constantemente.
Tú, Nada Más, es una de esas novelas románticas que nos dejan un vacío en el momento en que terminan, y con el cual queremos deshacernos de los malos sentimientos que encontramos en el camino.

Ana Coello usa una narración omnisciente durante toda la historia, y creo que es por eso que el romance entre ambos personajes se torna un poco acelerado. Fuera de eso, toda la historia está llena de preciosos detalles sin pasarse de la raya, es suficiente y permite entender la vida de cada uno de los personajes a la perfección.
Si bien, no es un tipo de historia romántica tan fuerte como lo fue Muy Profundo, sino una historia simple que deja queriendo más. Amas y odias a los personajes, te adentras tanto en la historia que incluso se puede llegar a pensar igual que ellos, y lo más importante, da un mensaje muy fuerte el cual me parece muchos debemos tomar conciencia de ello.
Si se vive en un entorno hostil, lleno de violencia y miedo, se debe pedir ayuda. No hay que mantener el miedo carcomiendo cada parte de nuestras vidas, se debe hablar, porque incluso en los peores momentos, siempre hay alguien que está dispuesto a ayudarnos.
Desde que leo a Ana Coello me ha parecido una persona que se caracteriza por crear personajes fuertes que aparentan ser débiles. Suele mostrarnos existencias cotidianas y algunas un poco más fantasiosas que, de algún modo, nos hipnotizan a más no poder, pero todas sus presentaciones le dejan al lector algo mucho más que un bonito libro.
Tú, Nada Más, es una historia que, simplemente, no puede faltar en los libreros de los fanáticos del romance.

¡Lo leere!
Me gustaLe gusta a 1 persona