Tenía muchas ganas de reseñar este libro por varias razones. La primera es que amo las novelas YA y aún más si son sobre fantasía, misterio o algo fuera de lo común. Esto de las novelas distópicas es algo que me ha atrapado desde que leí Los Juegos del Hambre, y bueno, por supuesto que La Reina Roja debe entrar entre los mejores libros distópicos del momento.

La historia nos muestra la vida de un mundo nuevo dividido por el color de la sangre, los Rojos son las personas comunes sin ningún tipo de privilegio o poder especial, son simples mortales al servicio del reino. Y por otro lado tenemos a los Plateados, una especie de súper humano capaz de hacer cosas increíbles como controlar los elementos naturales o ser capaz de controlar la mente de cualquiera a su alrededor.

Norta, el reino en el que nos situamos tiene como líder al rey Tiberias Calore, un Quemador (capaz de controlar el fuego) quien está casado por segunda vez con la reina Elara Merandus, una Susurradora (capaz de controlar la mente de los demás).

Tiberas se había casado primero con la reina Corianne Jacos, una Arrulladora (capaz de controlar a las personas usando solo su voz) pero justo después de nacer al príncipe Tiberias Calore VII (mejor conocido como Cal) un par de años más tarde murió, obligando al rey a buscar a otra reina. Elara y Tiberias tuvieron un hijo, Maven Calore, segundo príncipe de Norta. Ambos príncipes son Quemadores al igual que su padre, pero el juego del poder de la sangre comienza a desmoronarse cuando Cal conoce por accidente a Mare Barrow, una chica Roja a unos cuantos meses de cumplir los dieciocho años y marcharse a la guerra como lo hicieron sus tres hermanos mayores. Mare es una chica lista, demasiado para su sano juicio y es esto precisamente lo que la ayuda a robar todos los días lo necesario para sobrevivir un día más en Los Pilotes, como le llaman a su pequeña ciudad roja.

Mare intenta con todas sus fuerzas librarse de la guerra y al mismo tiempo ayudar a su mejor amigo Kilorn, y esto la hace conocer a Farley, una chica misteriosa que por alguna razón que Mare no comprende, tiene una salida para ella y para Kilorn, el único problema es que su propuesta no es para nada barata y se ve obligada a trabajar más duro en sus robos.

Gracias a esto, Mare le pide ayuda a su hermana menor Gisa, la única de su familia que es aprendiz de un trabajo que le permitirá nunca enlistarse en el ejercito. Gisa la lleva a la ciudad plateada para que pueda tener un poco más de oportunidades de robar algo grande con más valor que la ayude a recaudar lo suficiente para poder escarpar con Kilorn, pero tras un sinfín de eventos y complicaciones, Mare regresa a su casa decepcionada y sintiéndose culpable. Esto hace que, al salir de su casa por la noche, y en un intento de tal vez probar suerte robando un poco más, se tope con Cal y este en lugar de denunciarla, le consigue un trabajo en La Mansión del Sol, algo así como el palacio de verano de la familia real.

En este lugar, Mare se siente una completa extraña y al descubrir que Cal es realmente el príncipe Tiberas VII, aún más tonta que antes.

Es aquí donde lo realmente interesante pasa… si bien sabemos este mundo está divido por el color de la sangre, Rojos y Plateados, simples mortales y las personas más poderosas. Todos son así, excepto Mare… ella es algo más, y es lo que todo el mundo quiere averiguar, incluida ella misma.

La Reina Roja es posiblemente uno de los mundos distópicos mejor hechos hasta el momento. Sin mencionar la genialidad de Victoria Aveyard para crear todo un sistema político basado en el color de la sangre, añadiendo toques fantasiosos y misteriosos en cada página.

He disfrutado mucho la forma en la que Mare se desenvuelve conforme avanza la historia, la manera en la que sufre, pero se obliga a si misma a ser fuerte, es algo que me sorprendió del personaje. Como en todas las historias, el amor no puede faltar, aunque siento que tal vez la escritora estaba demasiado concentrada en hacernos entender quienes eran los personas y el conflicto principal que este primer libro no tiene tanto romance como me hubiese gustado, aunque igual da una idea bastante interesante del amor entre ciertos personajes, pero si me hubiese encantado que se desarrollara un poco más esa situación.

Amé a Cal en cada segundo, aunque al principio se muestra un poco empalagoso con Mare, se ve que es un chico de diecinueve años con medio mundo a sus hombros, futuro heredero del trono de Norta y tras de todo comprometido a la fuerza con una chica que lo único que quiere de él es su corona. A diferencia de su hermano menor, Maven, quien nunca me dio buena espina, Cal es más humano y eso es algo que me ha encantado de él.

La Reina Roja es el primer libro de una saga de cuatro novelas. Este primero me ha hecho reír, enojar, llorar y dar saltos de asombro. Un muy buen inicio para comenzar este viaje de La Reina Roja. ¡La Escapa de Cristal, aquí vamos!

9/10