Juro que cuando comencé esta saga jamás imaginé que me llegaría a gustar tanto. Es increíble lo enganchada que quedé después de los primeros capítulos del primer libro y ahora estamos en el cuarto. Sin duda alguna TODA esta saga es un 5/5 y los chicos de Briar se han vuelto mis favoritos.
4 nuevos book-boyfriends que añadir al club. No me quejo 😂.
The Goal nos cuenta la historia del último hockey boy del cuarteto dinámico de Briar. John Tucker.
Además de conocer más a fondo de Tuck también conocemos a la que sin duda se ha vuelto uno de los personajes femeninos favoritos, Sabrina James.
Conocimos un poquito a Sabrina en el libro de Dean pero no teníamos muy buenas referencias de ella pues Dean la odia y ella a él, además de que la vemos enrollarse con Beau Maxwell, el QB de Briar y uno de los mejores amigos de Dean, a como se ve, solo es una fan de los deportistas y ya… que equivocados que estábamos.
Sabrina es estudiante de ciencias políticas igual que Dean, por eso se conocen y se odian. Se enrollaron en segundo año después de una borrachera que ninguno de los dos puede recordar aunque quisiera y después de eso la relación se volvió tensa y de odio puro, pues en un trabajo que les tocó presentar juntos a Dean le dieron un 10 cuando no lo merecía y ¡todo porque se estaba acostando con la profesora asistente! Eso molesto a Sabrina en sobremanera y desde entonces siempre se ha quejado de que Dean consigue todo lo que quiere por su estatus y su dinero. Aquí entra otra cosa importante, Sabrina no tiene un solo centavo, y por eso detesta a Dean.
En una noche en un bar, conoce a Tuck y la química es instantánea, tanto que terminan en la pick-up de Tucker, y Sabrina experimenta probablemente el mejor encuentro sexual de su existencia, pero su regla es clara. Nada de sentimientos. No tiene tiempo para novios y decide bloquear a Tuck, pero él no se da por vencido de manera fácil, de hecho lucha tanto que termina consiguiendo lo que quiere, una cita con Sabrina.
La relación de los dos es tensa al principio, es más física que emocional hasta que llegan a un punto de no retorno, pero cuando todo parece ir perfecto la sorpresa de que Sabrina está embarazada les escupe en la cara.
Debo admitir que AMÉ a Tucker en esta escena, es comprensivo, no parece asustado o molesto, al contrario parece hasta feliz pero sabe que la decisión la debe de tomar Sabrina y él hará lo que ella le pida, incluso si eso significa no tener a su hijo. Para la sorpresa de todos Sabrina decide tomar el reto de ser madre y convertirse en abogada al mismo tiempo, y aunque al principio ella no quería darle problemas a Tuck, tenemos que admitir que es el padre perfecto.
Me ha encantado el final de esta saga tan increíble, y sin duda se ha vuelto una de mis favoritas por completo. Incluso podría considerarlos mis nuevos comfort books. Mil gracias Elle Kennedy, fuiste la razón por la que ahora soy súper fan del hockey 😂.
5/5 ⭐️
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